viernes, 2 de marzo de 2012

LA MANIPULACIÓN O EL ENGAÑO EN NUESTRA CRISIS

El rechazo a la última reforma laboral sigue estando presente a diario en este país, a pesar de la presión de los que pretenden que sea aceptada como una buena solución a esta crisis. Lo cierto es que cada vez son más las voces que consideran que las medidas que se están aplicando solo van a empeorar la situación actual.

A pesar de la propaganda para hacernos creer que vamos por el buen camino, este país está a punto de entrar en recesión y lo curioso es que la causa, según los expertos, es la caída del consumo, pero ¿Cómo vamos a consumir si cada vez tenemos menos recursos económicos y más miedo al futuro?

Por el momento sigo sin ver ninguna medida que pueda reconducir la situación presente hacia alguna posible salida de la crisis, aunque estoy segura de que el problema no es la crisis en sí misma, sino el sistema que la ha provocado.

Esta sociedad está retrocediendo a gran velocidad en todas aquellas cuestiones propias del estado de bienestar. Este retroceso sistemático nos lleva a situaciones del pasado muy criticadas por los mismos que ahora lo están provocando, justificando sus decisiones como medidas obligadas dadas las circunstancias actuales.

La influencia del exterior es evidente. Desde fuera de nuestras fronteras nos dicen constantemente que debe hacer nuestro gobierno, pero no veo muy claro su objetivo y lo único evidente es que en vez de resolver el problema, lo van empeorando.

Observo la utilización de algunas estrategias de manipulación que me dan a entender que hay intenciones distintas a las que nos muestran.

Se están produciendo simultáneamente agresiones al estado del bienestar y a los derechos de las personas, sean trabajadores o no, de forma que se concentra la atención en muchos temas distintos, produciendo cierta distracción y desconcierto.

Las medidas aplicadas están creando problemas en la vida cotidiana sin que se pueda, hasta el momento, observar ningún beneficio.

Se produce gradualidad en la aplicación de medidas antisociales. Se anuncian nuevos recortes sobre los recortes anteriores porque así parece que se nota menos, siendo la mejor estrategia para conseguir disminuir el efecto adverso que produciría si saliera todo a la luz en vez de salir por “capítulos”.

También me doy cuenta del intento de manipulación de mis emociones. Aumentando mis temores aumenta mi prudencia. El miedo a perder todo lo que tengo hace que acepte situaciones que de otro modo serían totalmente inaceptables.

Me presentan las medidas que me perjudican como dolorosas y necesarias, para conseguir que proteste los menos posible y las acepte y, si protesto se me hace creer que lo que suceda con posterioridad va a ser por mi culpa. Sea como sea la culpa siempre recae sobre el que menos culpa tiene y no sobre el que realmente tiene la responsabilidad de la situación.

Observo además un cierto paternalismo del que cree saber lo que más me conviene y me lo impone a pesar de mis protestas. No sé de que sirve tanta “sabiduría” si no está dando resultados positivos que mejore la situación, aunque con decir que dentro de uno, dos, tres o más años se verá los resultados ya tienen justificado tanto fracaso.

De lo que estoy segura es de que, al debilitar el estado de bienestar, se sumerge a la mayoría en la ignorancia y la precariedad, lo que conseguirá, sin duda, incrementar la dependencia y, con ello, la sumisión.

Sabemos que la responsabilidad de esta crisis no está en los gastos de la sociedad sino en el sistema financiero, la corrupción, y ciertas políticas, pero solo escucho que para arreglar sus errores hay que ahorrar en gasto público para pagar el déficit público y contentar a “los mercados”.

Se empeñan en hacernos sentir culpables de gastar en educación y en sanidad, de tener salarios dignos y horarios estables, de querer trabajar para poder vivir dignamente y, por ello, debo apretarme un cinturón que ya es muy estrecho, comparado con los grandes cinturones responsables de la situación actual.

Me pregunto que puede haber detrás de que la mayoría de las noticias diarias solo hablen de lo que tenemos que ahorrar y de lo que tenemos que pagar, en vez de hablar de lo que tenemos que recuperar y lo que tenemos que cambiar para poder avanzar dignamente.

¿Será que cambiar lo establecido por mejores alternativas es algo que algunos no están dispuestos a permitir, a pesar de los costes que ello suponga? Si es así puede que algún día descubra sus razones...