lunes, 30 de mayo de 2016

EL LENGUAJE VERBAL Y LAS FUENTES DE INFORMACIÓN.

¿Decimos realmente lo que queremos decir, oímos lo que queremos oír o vemos lo que queremos ver?

¿Quiénes somos realmente? ¿Los que aparentamos ser, quien mostramos a los demás o el conjunto de información voluntaria e involuntaria que transmitimos?

Para mí, la respuesta es muy clara. Es el conjunto de información que me proporciona el lenguaje verbal, el corporal, la mirada que, junto al comportamiento y el entorno, puede darme una idea más precisa de quien es la persona que tengo delante.

Resulta muy interesante observar estos mensajes interaccionando unos con otros y es frecuente ver que lo me expresan en el lenguaje verbal entra en contradicción con las otras fuentes de información.

Pienso que según dónde y con quien estamos, nuestros mensajes pueden ser diferentes, e intentamos mostrar a los demás una pequeña parte de  quienes somos realmente e incluso podemos llegar a distorsionar nuestra realidad para llegar a conseguir objetivos concretos.

Estoy segura de que me comporto de forma distinta en mi entorno familiar, en el laboral, en el social y sobretodo en el entorno íntimo, dónde la realidad suele estar mucho más presente, al ser este un ambiente mucho más relajado. 

Siempre es una parte de mí la que muestro conscientemente pero el buen observador, si lo desea, descubrirá mucha más información sobre mí, lo quiera yo o no.

Es frecuente que la opinión sobre una misma persona varíe según sea el ángulo de observación que aplique, el entorno en que esté situado y el deseo de aproximación que tenga, por aquello que “no hay más ciego que el que no quiere ver ni más sordo que el que no quiere oír”.

Cuanta más distancia emocional y menos intereses pongo sobre la persona, más fiable es el reconocimiento de la información que recibo.

No solo doy importancia a los mensajes verbales o físicos que me transmiten, el cual y cómo es su entorno habitual, el cómo se visten, sus hábitos alimentarios, sus gustos….todo es fuente de información.

La manera en que vivimos, nos vestimos y organizamos nuestras cosas muestra más nuestra manera de ser e incluso nuestros problemas emocionales de lo que nos gustaría creer y, en ocasiones, entra en contradicción con la información que conscientemente damos a los demás.

La palabra es el mejor medio de comunicación que tenemos, aunque no el único, que podemos utilizar para intentar manipular a los demás. Es frecuente encontrar personas que interpretan personajes para conseguir sus objetivos e intentan ocultar su verdadera personalidad, pues son conscientes que con su verdadero yo no lo conseguiría.

Por ello creo que es conveniente no dejarme llevar por lo aparente e intentar encontrar la realidad de las personas con las que decida compartir mi vida tanto personal como social.


El tiempo, inexorablemente, pone cada cual en su lugar y no se puede fingir eternamente ser alguien que no se es.

domingo, 29 de mayo de 2016

EL OCIO Y EL PASO DEL TIEMPO

Con el tiempo mi orden de prioridades es distinta. Aunque me disguste, los cambios físicos que van unidos al paso de los años, condicionan tanto mi vida cotidiana como la actividad social que pueda practicar. Si me resisto a estos cambios o niego su existencia, en vez de adaptarme a ellos, solo puede llevarme hacia la frustración.

Ya nada es como antaño en que iba sobrada de energía y vitalidad. El paso de los años no perdonan y me voy dando cuenta de que debo cuidarme más, tanto física como emocionalmente, si quiero tener una buena calidad de vida el mayor tiempo posible.

La teoría parece fácil pero, en la realidad, padezco de un cierto perfeccionismo en todo lo que hago que me produce bastante estrés y me resisto a reconocer las pequeñas limitaciones que van apareciendo. No creo que pueda conseguir rebajar mucho la exigencia que yo me impongo a diario, aunque, si no pongo empeño en cambiar, la vida lo hará por mí y sin pedirme permiso  

He decidido que ha llegado el momento en que tengo que intentar relajarme y realizar, en los momentos de ocio, únicamente actividades que me ilusionen, sin querer demostrar nada, huyendo de todo aquello que me produzca malestar, sea la actividad misma o las personas con las que la comparto.

He de conseguir alcanzar los objetivos que me impongo con relativa facilidad, disfrutando más en el camino que en la meta a alcanzar y sin buscar la perfección, pues he aprendido que lo perfecto es inalcanzable, al menos para mí.

Si realizo alguna actividad en mi tiempo de ocio, es para sentirme bien y, para conseguirlo, esta ha de acomodarse a mi estado físico y fortalecerme emocionalmente.


viernes, 27 de mayo de 2016

RELACIONES CON O SIN CONTENIDO EMOCIONAL

¿No estaremos las mujeres imitando el comportamiento masculino que tanto hemos criticado y que en muchos casos ha sido el motivo de separación o divorcio?

Es evidente que en nuestra sociedad, y especialmente en el entorno de los singles, hay muchas más mujeres que participan de las actividades sociales que hombres. Si ya es difícil encontrar a la pareja adecuada, con tanta “competencia” es casi imposible conseguir establecer una relación de pareja estable.

Me cuesta creer que la mayoría de las mujeres singles tienen como objetivo el permanecer solas y estoy convencida que son las circunstancias o los miedos a un nuevo fracaso los que hacen que los objetivos a alcanzar sean distintos a los realmente deseados.

Observo que muchas mujeres, ante la convicción de no llegar a encontrar a la pareja que cubra sus expectativas, aceptan relaciones sexuales esporádicas o poco satisfactorias que, en otras circunstancias considerarían inaceptables, para erróneamente cubrir su necesidad afectiva. Es decir, tienden a conformarse con relaciones de poca o nula calidad emocional aunque sea a costa de la pérdida de autoestima.

El “yo no quiero nada serio con nadie” del lenguaje de algunas mujeres, también conduce a relaciones sexuales variadas con escaso o nulo contenido emocional que puede ocultar miedos y frustraciones y suelen confundir a las verdaderas necesidades de afecto.

Las relaciones sexuales esporádicas, variadas y sin compromiso han sido, a lo largo de la historia, practicadas mayoritariamente por el sexo masculino. Ahora ya no es así.

No creo que este tipo de comportamiento nos beneficie ni a unos ni a otros, pues más bien crea confusión y se corre el riesgo de sufrir o de que alguien sufra daño emocional.

Pienso que todo gesto afectivo, sea el abrazo, la caricia, el beso, la relación sexual…si no tiene contenido emocional y no me transmite sentimiento alguno, no puede cubrir la necesidad afectiva que necesito.



lunes, 23 de mayo de 2016

NO ME CONFORMO CON MENOS

Voy sumando años y son muchas las experiencias que me han convertido en la mujer que soy actualmente.

Estoy viendo que integrarme en un nuevo grupo social me va a resultar un poco más difícil de lo que en principio creía. Acabo de dar algún paso en esta dirección y ya me he encontrado con personas muy “poco acogedoras” a los recién llegados.

¿Qué o a quien temen realmente? No entiendo muy bien este tipo de comportamiento que considero infantil e inaceptable.

Creo en las relaciones maduras, que no perfectas, pues si creyera en que existe la perfección en las personas estaría engañándome y no entiendo que para relacionarme tenga que entrar en competitividad con otras personas para demostrar no sé muy bien el qué.

De alguna forma, la edad me va liberando de ataduras respecto a mi comportamiento social. Ya no doy tanta importancia a lo que los demás opinen de mí y soy mucho más selectiva con las personas que comparten mi vida.

No me siento obligada a disimular o fingir mi desagrado ante nadie, siempre que sea de manera educada, y prefiero un círculo de amistad reducido y de gran calidad emocional, que un entorno repleto de estupidez y superficialidad.

Considero que ser yo misma no tiene precio y nada justifica que tenga que aceptar situaciones o entornos en los que no me sienta bien, aunque sea por estar en compañía.

Teniendo claro lo que puedo y no puedo aceptar estoy segura que, con paciencia y un poco de suerte encuentre lo que busco.



sábado, 21 de mayo de 2016

¿HACIA DÓNDE IR?

Quizás sea por las experiencias vividas o simplemente por acomodo, que, en estos momentos, tiendo más al recogimiento que a realizar nuevos intentos de integración en grupos sociales.

Tengo la suerte de tener grandes y queridos amigos, amistades que perduran en el tiempo y que están a mi lado en los buenos y malos momentos. Con ellos comparto momentos entrañables de ocio, pero he de reconocer que también me  gustan mis salidas en solitario. Son momentos en los que observo mucho mejor mi entorno, pues no hay nadie que distraiga mi atención, y puedo tomar decisiones sin tener en cuenta a nadie, sin dar explicaciones o sin discutir.

Visto únicamente desde esta perspectiva, las salidas en solitario tiene muchas ventajas, pero tienen el gran inconveniente de que no las puedo compartir.

Estoy convencida que diversificar mis actividades aportará grandes beneficios a mi estado emocional, motivo por el que tomé la decisión de buscar nuevos entornos sociales, sin olvidar a aquellos ya conocidos y que han cambiado con el tiempo.

Al volver al baile de salón, actividad que siempre me ha gustado, pude comprobar que, aunque son lugares de encuentro, la comunicación es escasa y no me parece el lugar más adecuado para hacer nuevas y verdaderas amistades, así que los reservo para determinados momentos en los que únicamente tenga como objetivo realizar la actividad que tanto me gusta…bailar


La sociedad en la que vivo me ofrece muchas oportunidades de ocio, así que aquí estoy de nuevo, sin saber muy bien hacia dónde ir, buscando un nuevo entorno social que  coincida con mis expectativas.

domingo, 15 de mayo de 2016

SENTIMIENTOS Y PASIONES

De regreso a este entorno tan particular como es el de los “sin pareja”, me encuentro que algunas palabras ya no tienen el mismo significado.

Ahora todo el mundo es un amigo. Solo es necesario que te lo presenten, cruzar unas palabras y ¡ya está! Otro amigo en la lista. ¿Cuando desapareció la figura del conocido?

Debo de ser muy anticuada porque sigo diferenciando al simple conocido del amigo. Con el conocido establezco una relación superficial sin que intervenga sentimiento afectivo alguno, cosa que es indispensable con un amigo. Por eso me sorprende la facilidad que tienen algunos de confundir ambos conceptos ¿Será porque tener una larga lista de “amigos” se tiene la sensación de no estar solo?

Confundir y confundirse parece ser muy habitual entre las personas que voy conociendo, no tan sólo respecto al concepto de amistad, sino a los sentimientos en general.

He de tener en cuenta que mis sentimientos son los resultados de las emociones que experimento y estos me permiten ser consciente de mi estado anímico. Si, por intentar sentirme mejor, los confundo, estoy segura de que mi estado anímico se verá perjudicado. Por mucho que quiera ocultar la realidad, esta se seguirá mostrando, aunque, si lo deseo, puedo llegar a cambiarla.

Tengo de nuevo la necesidad de volver a conocer a nuevas gentes. Como me gusta la música y los bailes de salón, me pareció que era un buen lugar de encuentro para comenzar.

La música es la expresión de sentimientos y pasiones. Me he dado cuenta de que, mientras la escucho o la bailo, puedo o pueden, confundir mis sentimientos. El abrazo en el baile, el roce corporal, la música y el mensaje de la letra puede engañarme alejándome de la realidad.

La expresión bailar con sentimiento, que algunas veces escucho, creo que se refiere más a un sentimiento dirigido hacia mi interior que hacia la persona que tengo delante. Muchas veces, mientras bailo, me pregunto con quién lo estoy haciendo: ¿Conmigo misma? ¿Con la pareja con la que comparto el baile? o ¿Con la que me gustaría compartirlo?


El “gracias” de la pareja de baile, al finalizar la música, me devuelve a la realidad.

martes, 10 de mayo de 2016

LA BÚSQUEDA DE NUEVOS AMIGOS

Por algún lugar había que comenzar y pensé que lo mejor para mí era  volver a lugares conocidos. A pesar del tiempo pasado, poco han cambiado y si lo han hecho, quizás ha sido a peor.

El baile de salón, una de mis aficiones preferidas, y es uno de los lugares que conozco en el que se puede conocer a personas de ambos sexos con esta misma afición aunque con intenciones distintas. Este es un entorno mucho más complicado de lo que a simple vista parece.

La sala de baile suele ser el lugar perfecto para los amantes del “No quiero nada serio con nadie”. Tendría que ser un lugar de ocio relajado, pero en realidad es un lugar en el que, los que no tienen pareja estable, permanecen en estado de alerta para conseguir bailar el máximo número de bailes posibles.

Hay muchas más mujeres aficionadas al baile que hombres y la competitividad entre nosotras, para conseguir bailar en pareja, flota en el aire. Todo vale con tal de conseguir bailar: coqueteos, ponerse en medio de conversaciones, correr más que las demás para llegar primera al objetivo, ponerse en lista para posteriores bailes… A veces, observando, siento verdadera vergüenza ajena....¡Uff que difícil es tener amigos allí!

 A pesar de que en las salas de baile hablar requiere mucho esfuerzo, debido al volumen en que suele estar la música, es curioso comprobar que todos los “habituales” se conocen bastante más a través del lenguaje corporal, sus acciones y sus comportamientos que por sus conversaciones. Allí, los recién llegados, son observados, catalogados, criticados… y si supones una amenaza  o competencia, puedes sentir hasta rechazo.

Con el paso de los años mi autoestima ha ido creciendo y el miedo al fracaso al elegir a amigos o a una  futura pareja me pesa mucho más que la idea de vivir en soledad. Soy mucho más exigente con las personas con las que me voy relacionando que lo era antes, sobre todo cuando se trata de recibir su respeto y su educación hacia mí y suelo apartarme rápidamente de aquellas personas que practican las relaciones interpersonales de forma egoísta y sin respeto.


lunes, 9 de mayo de 2016

"YO NO QUIERO NADA SERIO CON NADIE"

Esta es una frase que suelo oír frecuentemente entre singles y me parece una terrible y absoluta falta de respeto hacia la persona a la que va dirigida.

¿Qué significa en realidad? ¿Que las relaciones entre las personas son una broma? ¿Que las personas son objetos de uso perecedero? ¿Que el somos algo más que amigos o “amigos con derecho a roce”, que viene antes de la frase en cuestión, es igual a quiero sexo gratis y ahí queda todo?...muchas preguntas se me ocurren que puede aclarar el significado de esta frase y ninguna de ellas me gusta.


Considero que las relaciones entre personas, sean de amistad, compañerismo, familiares o de pareja, han de ser siempre serias pues hay que tener en cuenta que, cuando nos relacionamos, intervienen siempre las emociones. Plantear la posibilidad de que no sea así da a entender a los demás que la persona carece de falta de madurez y calidad emocional.

Cuando se es “single” por primera vez todo es muy confuso. Se encuentran en un entorno muy competitivo en el que la soledad y los miedos están muy presentes y sociabilizarse resulta muchas veces muy complicado.

Finalizada una relación condicionada, comienza una situación de libertad en la que muchos creen que pueden hacer todo aquello que se les antoje y es frecuente encontrar al que confunde libertad y libertinaje, modernidad y pérdida del sentido del ridículo, igualdad y falta de educación. Hay quien no tienen muy claro dónde están los límites y los hay que, aun sabiéndolo, los superan perjudicando a los demás si estos se lo permiten.



domingo, 8 de mayo de 2016

DE NUEVO "SINGLE"

Hace ya tres años de mi última publicación y no ha cambiado mucho la situación que me rodea y, si lo ha hecho, ha sido a peor, pues el tiempo no perdona los errores, aunque haya quien se empeñe en ocultar la realidad. Lo que si percibo es un cierto acomodo de la sociedad en la que vivo, es posible que sea porque de esta manera los problemas son más llevaderos.

Durante este tiempo en el que no he publicado, además de dejar de ser una "single", me he dedicado a intentar equilibrar mi maltrecha economía y, puedo decir que, por el momento, lo he conseguido. No han sido unos años fáciles y el coste emocional ha sido muy alto. Son muchos los importantes cambios a los que he tenido que adaptarme y soy consciente que vendrán más en el futuro.

Empecé este blog siendo una persona “single” que vivía en un mundo de “singles". Después dejé de serlo debido a las circunstancias del momento, perdiendo mucho por lo que había luchado y ahora me encuentro, debido a un nuevo fracaso, en una situación parecida, como “single”, en la he de comenzar de nuevo.

Puedo comprobar que nada es exactamente igual al salir de este nuevo fracaso en pareja, pues las vivencias y el paso de los años me hacen ver las cosas de manera distinta. En mi caso, ya no estoy en absoluto dispuesta a aceptar situaciones que me incomoden a cambio de estar en compañía, como podía ocurrir en alguna antigua ocasión.


Vivir en soledad es una experiencia que me es conocida y nada temida, por lo que no es obstáculo para que solo deje entrar en mi vida a aquellas personas con calidad moral que sean capaces de enriquecerla.