domingo, 24 de julio de 2011

LA ECONOMÍA DEL SINGLE EN "CRISIS"

Los singles que vivimos en soledad estamos expuestos, de igual manera que todos los demás trabajadores, a la pérdida del empleo, a la disminución del poder adquisitivo y a la dificultad para encontrar un nuevo empleo.

Tengo que tener en cuenta que una gran mayoría de separados, casados y viudos, que están en edad laboral y que viven en soledad, estamos en edad madura. La pérdida de empleo en estos casos, sea hombre o mujer, puede suponer un problema añadido por la dificultad que supone la edad para poder encontrar un nuevo trabajo o una alternativa a la nueva situación.

La sociedad en la que vivo no tiene en cuenta la necesidad individual para decidir el destino laboral de las personas, aunque la pérdida del puesto de trabajo no nos afecte a todos por igual.

Nuestro sistema económico actual es distinto a otros tiempos en el que el trabajador era considerado parte de la empresa y la antigüedad y las circunstancias personales de cada trabajador eran tenidas en cuenta para determinar quien debía de ser despedido, o no, cuando la necesidad empresarial lo requería.

A diferencia de épocas anteriores, en las que el papel de la mujer se centraba en el cuidado del hogar y de la familia y un salario podía ser suficiente para garantizar las necesidades básicas de toda la familia, en la actualidad, se necesita el salario de dos personas para que las mismas necesidades familiares queden debidamente cubiertas.

Teniendo en cuenta esta circunstancia, pienso que el mantenimiento de una persona que vive en soledad tiene un coste superior que la que vive en compañía, si ambos trabajan, pues los gastos de las necesidades básicas, a pesar de ser algo inferiores, no son proporcionales. Es decir, si tengo en cuenta de que he de mantener una vivienda, el coste y mantenimiento de la misma no será muy inferior al de una vivienda compartida entre dos personas.

Muchas son las dudas que se me presentan y sé que el ser single no es condición para que la sociedad contemple ayudas sociales especiales para mi, cuando todavía estoy en edad laboral activa, a pesar de que mi estabilidad laboral esté ahora amenazada.

En una época de crisis como esta, en la que la precariedad laboral y la pérdida de empleo de muchos es una realidad, como single que vive en soledad, puedo verme obligada a cambiar mi forma de vida para garantizar mi supervivencia, por lo que ya no seré libre de decidir cómo quiero vivir mi vida, sino que estaré condicionada por las circunstancias económicas actuales.

La tendencia a la congelación o a la reducción de los salarios, junto con el imparable encarecimiento del coste de la vida, también afectarán directamente sobre la posibilidad de mantener mi modo de vida elegido anteriormente, teniendo que reajustarme o cambiarlo según mis necesidades individuales.

Adaptación, de nuevo, a mi nueva economía y cambios en mi modo de vida elegido, son medidas impuestas, debidas a los ajustes económicos que se están realizando en nuestra sociedad, para conseguir superar la tan importante y nombrada “crisis” que todos padecemos.  

No hay comentarios: