Voy sumando años y son muchas las experiencias que me han convertido en la mujer que soy actualmente.
Estoy viendo que integrarme en un nuevo
grupo social me va a resultar un poco más difícil de lo que en principio creía.
Acabo de dar algún paso en esta dirección y ya me he encontrado con personas muy “poco acogedoras” a los recién llegados.
¿Qué o a quien temen realmente?
No entiendo muy bien este tipo de comportamiento que considero infantil e inaceptable.
Creo en las relaciones maduras, que no
perfectas, pues si creyera en que existe la perfección en las personas estaría engañándome
y no entiendo que para relacionarme tenga que entrar en competitividad con
otras personas para demostrar no sé muy bien el qué.
De alguna forma, la edad me va liberando de
ataduras respecto a mi comportamiento social. Ya no doy tanta importancia a lo
que los demás opinen de mí y soy mucho más selectiva con las personas que
comparten mi vida.
No me siento obligada a disimular o fingir
mi desagrado ante nadie, siempre que sea de manera educada, y prefiero un círculo
de amistad reducido y de gran calidad emocional, que un entorno repleto de
estupidez y superficialidad.
Considero que ser yo misma no tiene precio
y nada justifica que tenga que aceptar situaciones o entornos en los que no me
sienta bien, aunque sea por estar en compañía.
Teniendo claro lo que puedo y no puedo aceptar estoy segura que, con paciencia y un poco de suerte encuentre lo que busco.
No hay comentarios:
Publicar un comentario