lunes, 6 de junio de 2011

BUSCANDO POR LA RED

Diferentes son los medios de que dispongo, para obtener la información sobre un gran número de interesantes ofertas de todo tipo y, entre ellas, las de actividades de ocio. Desde el boca a boca hasta las nuevas tecnologías encontraré fuentes inagotables de información, para que el vivir en soledad sea posible y poder ocupar mi tiempo libre de la mejor manera posible.

El medio en el que escribo es el más importante con que cuento para encontrar con rapidez casi todo aquello que necesito, aunque la experiencia personal de las personas que conozco, me facilita la selección entre tanta atractiva propaganda.
El colectivo al que pertenezco “los singles” tiene a su disposición un gran número de páginas en las que se ofrece, sobre todo, aquellas actividades de ocio que la sociedad cree que nos son necesarias.
Entre todas ellas encuentro las páginas en las que se me ofrece encontrar a nuevos amigos y a “la persona de mis sueños”. Es decir, páginas para singles para dejar de ser singles pero que, en realidad, lo que encuentro no suele ser lo que en principio me ofrecen. En ellas hay intenciones muy diversas y muchas “ranas” pero el príncipe azul soñado todavía no lo he encontrado.
A pesar de que ya me lo advirtieron, un buen o mal día, me inscribí en una de ellas sin mucho convencimiento, pero con mucha curiosidad. Naturalmente, al ser mujer heterosexual, solo me visita el género masculino, por lo que el comportamiento e intenciones del género femenino en estos casos me es desconocido.
Mi sorpresa fue ver la gran cantidad de visitas de curiosos que recibí los primeros días. Posteriormente descubrí que eran asiduos, al interesarse por “la nueva” foto que aparecía en algún lugar de la lista de nuevas incorporaciones. Con el tiempo he comprobado que las caras o los mensajes se repiten una y otra vez, convenciéndome de que se trata más de una rutina que de un interés personal por alguien en concreto.
Son muy pocos los que utilizan este medio para buscar una nueva relación de pareja y son muchos los que la utilizan para obtener sexo fácil o, simplemente para que les escuchen.
Una de las cosas que me sorprende y me divierte es la resistencia de muchos a mostrar su foto. He oído un montón de excusas que rara vez he podido creerme y puedo asegurar de que en un gran número de ocasiones tanto la foto como lo que expresan en el cuestionario que hay que rellenar cuando te “apuntas” a estas páginas, no suele tener mucho que ver con la realidad.
Es un medio en que la foto suele ser de mucho tiempo atrás, si es que hay foto o es de la persona con la que crees que estás hablando, la edad y el peso no suele estar actualizado por lo que, cuando descubro la realidad, más de una vez me gustaría salir corriendo, si no es que mi buena educación me lo impide y me obliga a aguantar estoicamente mi primera y única “cita a ciegas” con la persona que, con malas artes, ha pretendido engañarme.

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