lunes, 13 de junio de 2011

¿QUIEN VISITA MI PERFIL?

Poco interés tienen algunos en saber con quién hablan, al solo quedarse con la información que da la foto escogida. Mi perfil es visitado por diferentes estilos de “pretendientes” que utilizan técnicas de conquista muy variadas.

Los hay que tienen mucha prisa y pasan de los preliminares, para ir directamente “al grano”, pretendiendo que les de de inmediato mi correo privado o el nº del móvil.

Si me niego, la conversación no excede de unos pocos minutos porque, ¿para qué perder el tiempo con alguien que no es tan “liberal” como, según ellos, se ha de ser?

En estos casos puede que ni se entretengan a saludar y al no ceder a sus voluntades pueden incluso intentar hacerme sentir mal, tratándome de antigua o de traumatizada por experiencias pasadas.

Este comportamiento, según mi propia experiencia, lo tienen tanto algunos separados, divorciados y viudos como los solteros y casados, que los hay y muchos, que utilizan estos medios para “ligar” sin ninguna intención de formar pareja y con todas las intenciones de tener relaciones esporádicas variadas, sin posibilidad de compromiso alguno.

También los hay muy lentos en avanzar para conocerme personalmente. La mayoría  buscan conversación más que relación, por motivos diversos, evitando el encuentro físico y volcando todos sus problemas en la conversación.

En este grupo también se pueden encontrar todos los estados civiles conocidos. Como mucho, y solo en algunos casos, puedo establecer una relación de amistad entre internautas, sin mucho futuro, que rara vez se trasladará a mi vida cotidiana y solo en el caso de que la conversación no sea un monólogo en el que a mí me toque solo escuchar.

Los hay de lugares lejanos. Personas que difícilmente podré conocer dado que su lugar de residencia se sitúa lejos de la mía, ya sea en el territorio nacional como en el extranjero.

¿Qué buscan los que conectan desde la lejanía? Es una buena pregunta que tiene muchas respuestas, pero si me pregunto qué es lo que no buscan, la respuesta es mucho más fácil…comprometerse...La distancia da seguridad y refugio a muchos.

Los hay de lugares próximos, lo que facilita que el primer encuentro sea a corto plazo y que aumente la posibilidad de que pueda haber posteriormente, y si todo va como tiene que ir, el inicio de una relación.

Los hay correctos, serios, graciosos, sinceros, mentirosos, educados y no tan educados, cultos e incultos, solteros, casados, viudos,....pero con el tiempo he descubierto que todos tienen en común, el ser muy exigentes con respecto a mí.

Según mis conquistadores, lo más importante que debo ser es guapa y con un cuerpo con aquellos atributos que cada uno desea y con el tamaño adecuado. Además tengo que ser cariñosa, con buen carácter, femenina, sumisa (aunque ninguno se atreva a decir lo de sumisa abiertamente) y lo que me resulta más curioso es que, además, debo de ser una mujer interesante.

Todo lo anterior dicho me resulta fácil de entender. El deseo de muchos hombres es tener una “geisha” al lado, pero siempre que me dicen lo de “mujer interesante” sonrío, porque no sé muy bien a que se están refiriendo exactamente.

Muchas exigencias pero poco que ofrecer es lo que, por mi experiencia, suelo encontrar.

Pero hoy me ha visitado alguien diferente...será por aquello de que ante la norma siempre hay excepciones...con la que he tenido una buena y agradable conversación, en la que lo más importante ha sido empezar a conocerse con normalidad, sin prisas, sin lentitud, sin preguntas sobre mi físico, educado y sin monólogos aburridos, que me ha sorprendido por ser una manera poco frecuente de conectar en este medio y que puede conducirme desde a una buena amistad, hasta encontrar a mi “príncipe azul” de entre tantas y tantas ranas.

No hay comentarios: