lunes, 2 de mayo de 2011

BUSQUEDA DE LA NUEVA PAREJA

Cuando converso sobre cómo debería ser la pareja deseada, son muchas y muy variadas las condiciones que se suelen exigir y cuando pregunto que se está dispuesto a dar no encuentro respuestas concretas. Una vez que decido que tengo que empezar de nuevo,  lo primero que tendría que hacer es averiguar qué es lo que estoy dispuesta a dar y a aceptar.

Si inicio una nueva relación estoy segura de que me aportará beneficios pero también traerá consigo más de un inconveniente. Las experiencias vividas me condicionarán, si no las he dejado en el pasado y estoy segura de que no aceptaré volver a situaciones y experiencias que fueron causa de rupturas y fracasos.

Las mochilas me hacen estar a la defensiva para protegerme de los demás y no me doy cuenta de que levanto muros difíciles de sortear. Escoger nueva pareja no me va a resultar fácil y será en mi nuevo entorno social donde quizás pueda encontrarla. Sociabilizarme es muy importante para satisfacer muchas de mis necesidades y una de las más importantes es la necesidad de afecto.

En el “mundo single” es bastante habitual acudir a diferentes actividades con el fin de conocer a nuevas personas y poder establecer con ellas lazos de amistad y posibles relaciones de pareja. Actividades deportivas, cursos, participación en asociaciones, cenas, viajes, fiestas, bailes…Cualquier ocasión es válida para conseguir este objetivo.

La necesidad de compañía, protección y afecto hace que muchas parejas no prioricen el enamoramiento sobre todas las demás exigencias e incluso sean otros los  motivos por los que permanezcan juntas.

No siempre una nueva relación es el resultado de un “flechazo” o enamoramiento sino que muchas relaciones comienzan después de haber pasado por un proceso de selección más cerebral que emocional intentando, durante el proceso, controlar los sentimientos si se han tenido anteriormente experiencias de relaciones fracasadas.

A pesar de que se intenta escoger lo que más conviene, estoy convencida de que muchos de los “singles” seguimos soñando con encontrar a nuestro príncipe azul o la princesa encantada, porque yo, de querer, lo quiero todo y los demás no son muy distintos a mí.

Pero...¿Realmente sé cómo tiene que ser mi príncipe azul?

Lo peor que puede pasar al encontrarlo es que no tenga sentimientos hacia él, me sea sexualmente indiferente o que yo no sea su mujer soñada.

Empiezo a dudar de que tener una lista de condiciones muy estricta sea una buena idea…

No hay comentarios: