lunes, 30 de mayo de 2011

¡¡NOS VAMOS DE EXCURSIÓN!!

Las excursiones singles dan la posibilidad de conocer a nuevas personas y establecer conversaciones al disponer de tiempo y oportunidad para ello.

Si es una excursión de un día, lo habitual es que, o bien se utilice un trasporte colectivo, o se llegue al lugar de destino en coches particulares.

El trayecto en transporte colectivo me recuerda a las excursiones del colegio, en los que siempre había el “animador de turno”, que conseguía volver loco al conductor. Ahora, en vez de la profesora que nos aleccionaba, suelo encontrar al guía turístico, que intenta hacer más interesante el trayecto, aunque muy pocas veces lo consiga.

Después la visita turística de antes de la comida que, si no llueve, siempre es de agradecer, por aquello de que salir de excursión solo para “hartarse de comer” no es muy sano.

El siguiente paso es la llegada al restaurante y la elección de una buena mesa, en la que deseo que estén aquellos compañeros de excursión con los que me gustaría compartirla, para conocerlos mejor.  Tarea nada fácil, porque todos tienen la misma intención, así que, si me fijo bien, observaré un sinfín de estrategias y rápidas carreras, para conseguir ese mismo objetivo.

Después la “batalla” en el bufé libre. Todos con los platos en la mano rebosantes de comida al no haber  límite con respecto a la cantidad a ingerir y “acumular” en los platos. Calidad no suele haber mucha, pero cantidad toda la que quiera, aunque después me sea imposible dejar el plato vacío sin riesgo a una grave indigestión.

Para aligerar el peso de tanta voracidad llega la hora del baile. Música disco o, en el mejor de los casos, el “hombre orquesta” que animará la velada, pues es muy raro encontrar alguna pequeña orquesta en estas ocasiones.

La  sobremesa movidita no va nada mal y muchos son los que participan del baile, entre ellos yo, pero los hay que prefieren la charla animada o descansar y practicar alguna que otra “cabezadita” en algún lugar discreto.

Y ya solo me queda el viaje de regreso, que suele ser mucho más silencioso que el de llegada. Contenta, a veces más y a veces menos, cansada y con muchas ganas de llegar a casa, vuelvo a mi vida cotidiana habiendo conseguido, o no, alguno de los objetivos que me había propuesto.

1 comentario:

Fernando Gili dijo...

Mire usted. Que lugar mas interesante para un single. Porque soy un single... ¿no? Ahora me asalta la duda...
Siempre suyo
Un completo gilipollas