viernes, 15 de abril de 2011

ANDAR SIN "MALAS ARTES"

Si alguien cree que las artimañas acaban cuando la separación o divorcio es un hecho, está muy equivocado. Si no tienes hijos y el reparto ha sido equitativo puede ser que sea así, pero si hay hijos o los bienes no han sido del todo repartidos podría ser que no.

Los hijos son utilizados por algunos padres para hacer llegar reproches, sentimientos de culpa y cualquier otra artimaña con el fin de vengarse, obtener privilegios o cualquier otra cosa que se pueda desear.

A muchos se les hace difícil asimilar que una vez separados todo aquello que antes les podía unir con la otra persona haya desaparecido e intentan, desde la distancia, ejercer su influencia sobre el otro. Aprovechan cualquier ocasión para volver a intentar a actuar como antaño sin querer recordar que tales “artes” han podido ser una de las causas de su separación.

No solo puedo utilizar métodos de dominación dentro de la relación de pareja sino también en mi entorno familiar y social. Ahora, al estar sola, tendré que cubrir mis necesidades de una manera distinta y las personas que me rodean pueden ayudarme a conseguirlo. Pero ayudar no significa que tengan ninguna obligación para conmigo y no tengo derecho a exigir lo que no estén dispuestos a ofrecerme voluntariamente.

Cada uno decide en libertad lo que quiere o puede dar a otro y si ese otro soy yo tendré que mostrar agradecimiento por cada una de las ayudas que reciba.

Aprender de los errores pasados me da la experiencia necesaria para intentar no cometerlos en el futuro. Darme cuenta de que mi comportamiento ha podido anular la libertad de otros me ayudará a ser más prudente tanto en la relación con mi familia, como con los nuevos amigos, con los compañeros y las futuras parejas que pueda tener.

Sería estupendo que pudiera conseguir evitar en el futuro utilizar “malas artes” para conseguir lo que deseo y simplemente me conformara con aquello que los demás estén dispuestos a darme.

No se suele apreciar lo suficiente lo que se recibe de los demás y por eso tengo que tener en cuenta de que el saber recibir es tanto o más importante que el saber dar.

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