La libertad es un Valor que todos poseemos desde que nacemos hasta el final de nuestros días. La libertad personal es la capacidad de decisión responsable a pesar de normas y condiciones. Seré libre de aceptarlas o de rechazarlas si acepto las consecuencias que se deriven de tal decisión y siempre que no perjudique a terceros ni que impida el derecho a la libertad de otros.
He entendido bien que es la libertad personal pero soy consciente de que cuando se habla de libertad no siempre se habla de la libertad personal sino de muchas libertades concretas y no es lo mismo ser libre que sentirse libre.
Puedo estar privada de ciertas libertades pero no sentir la ausencia de ellas, ya sea por desconocimiento o por aceptación voluntaria. Diferentes culturas, educación, política, norma, leyes… hacen que el sentimiento de libertad sea distinto según las circunstancias y lo que en realidad sea una privación de libertad personal no pueda apreciarlo como un sentimiento de falta de libertad.
Cuando decidí ser Single volví a ejercer mi derecho a cambiar responsablemente mi vida en convivencia por otra nueva etapa que me era desconocida. Anular antiguos acuerdos o pactos que ya no tenían validez fue el primer paso de un camino en el que tendría que tomar muchas decisiones. Mi libertad de single no se limita a la libertad sexual como algunos piensan y tengo que ejercer mi libertad personal en muchas ocasiones que hasta ahora habían sido consensuadas con otra persona.
Es frecuente relacionar la palabra libertad con divorcio y separación. Parece que los contratos (matrimoniales) o los pactos (parejas de hecho) sean igual a la privación de algunas libertades por lo que supone el hecho de convivir en pareja. Es una contradicción si recuerdo cual es la definición de libertad personal ya que, en la sociedad en la que vivo, estos acuerdos fueron, en su momento, aceptados libremente por ambas partes.
El sentimiento de falta de libertad que puedo tener cuando vivo en pareja no es otra cosa que la necesidad que siento de cambiar o anular los pactos adquiridos al haber cambiado las circunstancias que, en su momento, me llevaron a aceptarlos. La incapacidad o el miedo a ejercer de nuevo mi libertad para conseguirlo hace que me resulte más fácil someterme que luchar por cambiar lo que me perjudica y siendo sumisa ya no soy libre en mi relación.
Pero si me enfrento a mi nueva realidad y elijo libremente otro nuevo camino a seguir volveré a sentirme libre de nuevo.
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