viernes, 8 de abril de 2011

VIVIR MI PRESENTE

Me cuesta entender lo sucedido, aceptarlo y volver a empezar una nueva vida dejando atrás una larga vida de convivencia con otra persona. Tendré que afrontar mi vida en soledad y empezar a tomar decisiones, algunas por primera vez. Ejerceré mi libertad personal y caminaré sin el apoyo ni el peso del que estoy tan acostumbrada.

El miedo a un futuro incierto me atenaza y dificulta las decisiones a tomar. Hay que comenzar a caminar en otra dirección y las decisiones ya son solo mías. No importa quién ha sido el que decidió finalizar la relación, ambos tendremos que afrontar miedos e incertidumbres similares pero en condiciones distintas. Estos momentos no son fáciles para nadie y el equilibrio emocional se verá dañado aunque de distinta forma según los motivos causantes de la separación, del carácter de cada uno y de las influencias externas.

Mi autoestima se verá irremediablemente afectada y los sentimientos de culpa, reales o no, aflorarán impidiendo que sea más objetiva. Estos sentimientos afectan a mi comportamiento y dificultan los acuerdos que debo establecer.
Cuando la separación es voluntaria, fruto de la reflexión y de la valoración de una situación hostil, un sentimiento que suele aparecer, entre otros, es el sentimiento de liberación. Quedan muchas cosas que entender y necesidades que atender. La nueva etapa no será fácil pero sí que me sentiré en mejor condición para poder afrontarla.

No siempre la separación es voluntaria. En este caso me sentiré abandonada y mi autoestima puede verse gravemente dañada. Esto no significa que no pueda ser responsable del fracaso en mi relación pero mi capacidad objetiva se verá afectada por el sentimiento de abandono y serán más difíciles de superar los obstáculos que encontraré en el nuevo camino.

Sé que me costará algún tiempo acostumbrarme y aceptar mi nueva situación. Son muchos los cambios que tengo que asumir y dependerá solo de mí que el proceso sea más o menos fácil y rápido.

Tengo mi orgullo herido y la autoestima dañada y los instintos primarios dominan mi sentido común haciendo más difíciles los largos y difíciles días que restan hasta el momento en que mi nueva etapa en solitario comience. Muchos son los problemas que resolver y no me siento con fuerzas para afrontarlos. Mi estado de ánimo está muy afectado y he de encontrar la energía necesaria  para seguir avanzando.

Soy consciente que únicamente cuando comience mi vida en soledad e independencia me podré dar cuenta del sentimiento real que tengo a consecuencia de la separación. Hay que dejar pasar un tiempo para que la dependencia de uno y otro desaparezca y para que los miedos se atenúen. El miedo a equivocarme al tomar mi decisión o el producido por la situación de abandono va desapareciendo con el tiempo y puedo analizar la situación más objetivamente y enfrentarme mejor a mi nueva vida.

Reconocer mi propia responsabilidad, entender las causas, aprender de mis errores, perdonar y perdonarme, me ayudará a recuperar mi autoestima y estoy segura que me será beneficioso en el futuro.

No hay comentarios: