¿Qué es realmente “la Libertad” de la que tanto se habla y que nadie parece encontrar?
Según su definición, la Libertad me permite decidir responsablemente lo que quiero hacer. No debo confundirla con el libertinaje que se diferencia de ella por la ausencia de responsabilidad en mis actos y, por tanto, al prejuicio que esto causa a los demás.
Estar libre, ser libre, sentirme libre… Son algunas expresiones que frecuentemente se utilizan al hablar pero siempre pensando en algo en concreto. La idea de libertad que en muchas ocasiones expreso se dirige más a un ideal que a la realidad.
Estoy segura de que cada cual siente la libertad a su manera. Para unos sentirse libre sería ejercer la libertad de expresión pública, para otros practicar la promiscuidad sin tener mala conciencia de ello, o vivir de una manera poco convencional; poder tener un espacio para ellos solos; no tener que pactar; no tener responsabilidades para con los demás; no tener a nadie que le cuestione; no dar explicaciones….o todos estos deseos a la vez.
Esto me hace pensar que la Libertad total está más en el interior de uno mismo que en las cosas a conseguir. A lo largo de mi vida podré conseguir decidir libre y responsablemente un gran número de actos, ya sean estos de mi agrado o no.
También cuando tengo que tomar decisiones contrarias a las que me gustaría estoy ejerciendo mi libertad de llevarlas a cabo. Por tanto, la libertad está muy ligada a lo que responsablemente debo o no debo hacer.
¿La sociedad en la que vivo me permite poder ser totalmente libre o solo puedo conseguir obtener algunas libertades?
Tener libertad y ejercerla son también cosas distintas. No siempre son los demás que me impiden ejercer mi libertad. A veces no me veo capaz o no sé como decidir lo que tengo que hacer. Las dudas, inseguridades, miedos u otras causas, pueden impedir que decida por mí misma el camino a seguir y, por tanto, pierda mi derecho a vivir en libertad.
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