lunes, 28 de marzo de 2011

RECONOCIMIENTO Y AUTOESTIMA

Al iniciar el nuevo camino y adaptarme a la nueva situación, me doy cuenta de que mi autoestima ha resultado dañada. Para recuperarla será necesario superar y satisfacer mis necesidades perdidas o incompletas, de los diferentes niveles inferiores a ella, de la Pirámide de Maslow. Recomponer mi lista de necesidades y priorizar las que en estos momentos me son más necesarias, me ayudará a alcanzar el nivel más alto, siendo este el objetivo más importante que debo conseguir.
Los miedos, los sentimientos de culpa, los posibles enfrentamientos, los rechazos, los errores pasados, el fracaso, los sentimientos de abandono, las decepciones, la confusión, etc… producen consecuencias emocionales que deterioran en mayor o menor medida mi autoestima y esto afectará a cada una de las decisiones que debo tomar y también afectará a mi futuro comportamiento, tanto conmigo misma y como con los demás.
Además de tener que recuperar mi autoestima dañada o perdida, tendré que esforzarme en mantenerla al mejor nivel a lo largo de todo el camino que me queda por vivir. Recuperar  mi propio respeto confiando en mis capacidades, reconociendo mis estados de ánimo, impulsos y recursos, me ayudará a poder recuperarme de las tensiones emocionales que he sufrido y controlar mis sentimientos adaptándolos según las circunstancias.
Aprender de las experiencias vividas también me ayudará a afrontar difíciles metas y a poder asumir nuevos riesgos. Mi autoreconocimiento me llevará a conseguir, a partir de este momento, mejorar mi autoestima y he de tener en cuenta que ésta se verá afectada según si consigo o no satisfacer las necesidades de los niveles inferiores de la Pirámide de Maslow. Tanto las necesidades fisiológicas como las de seguridad y las de afiliación serán determinantes para conseguir alcanzar mi objetivo.
Reconociendo mis propias emociones, mis propias fortalezas, capacidades y limitaciones podré conseguir controlar sentimientos impulsivos y emociones perjudiciales en momentos y circunstancias concretas.
Mi propio reconocimiento y el de los demás me permitirán alcanzar un buen nivel de autoestima. El entorno social influirá de forma positiva o negativa según la seguridad que tenga en mí y en mis capacidades y no dudo que una mala integración y los errores en mi comportamiento social influirán de manera negativa.
Satisfacer las necesidades de reconocimiento social, de atención, aprecio, reconocimiento propio, reputación, estatus y dignidad, conseguirá restablecer mi dañada autoestima.
Si soy capaz de entender las emociones de las otras personas y actuar en consonancia llegaré a establecer una buena empatía con ellas. Al poder captar sus sentimientos, sus necesidades e intereses desde su perspectiva, y no solo desde la mía, sabré que quieren, podré comprender sus preocupaciones y conoceré sus miedos. La empatía no solo me será de gran utilidad para mejorar mi autoestima sino que me permitirá ayudar a los demás a desarrollarse.
Con una buena motivación teniendo una mente abierta para nuevos enfoques, una buena disposición y actuando a pesar de las adversidades, barreras y retrocesos con optimismo, conseguiré alcanzar este importante objetivo. Si me enfrento a los nuevos retos con la convicción de que son inalcanzables o dudo de mis capacidades será muy difícil conseguir tener la fuerza necesaria para salir adelante con éxito.

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