sábado, 19 de marzo de 2011

LA AMISTAD BIEN ENTENDIDA

Me pregunto si le damos a la amistad el valor que merece o creemos que los amigos son personas que podemos utilizar a nuestro antojo para nuestro beneficio.
Mi amigo es al que siento su presencia aún estando solo, el que está a mi lado incluso en la sombra, el que sabe callar, el que sabe decir, el que me ayuda y no me quiere dañar, el que me abraza y da  calor...Alguien que lamentas para siempre perder.
La sinceridad en la amistad es imprescindible pues en ella se basa la confianza pero temo al que dice todo lo que piensa sin valorar los efectos que produce. Sinceridad sí, pero con prudencia, sabiendo a cada momento como decir las cosas.
El mejor amigo es el que me abre los ojos cuando no quiero ver, el que me alerta ante el peligro y los errores, el que sufre cuando no puede ayudarte, el que se entrega cuando lo necesito….
No puedo pretender que el amigo/a solucione mis problemas, ni debo abusar de su amistad. Creer que por ser amigo/a tiene que darme todo lo que deseo es un gran error que solo me puede hacerme sentir, en ocasiones, defraudada y traicionada cuando no hay motivo alguno para ello y corro el riesgo de perderle.]
El abuso de la amistad, la manipulación y la falta de reciprocidad solo puede producir el distanciamiento y la pérdida de la misma. A veces le exijo, cuando solo tengo derecho a apreciar lo que el amigo me da por voluntad propia.
Hay muchos niveles de amistad pero ¿Es verdaderamente amistad cuando además se comparte sexo? Quizás aquí empieza la confusión. En principio el afecto hace que la relación sea de intimidad sexual pero ¿Es la real o solo utilizamos al amigo para satisfacer la necesidad de sexo? La respuesta la obtengo al imaginar lo que ocurre cuando aparece otra persona con verdadera intimidad sexual en la vida de algunos de estos amigos. ¿Dónde queda la amistad entonces?
Pero si pienso a la inversa y en una relación de amor profundo está presente además la relación de amistad con todo lo que supone estoy segura que esta será una relación solida que perdurará a lo largo del tiempo.
Y ¿Qué hacemos con los amigos cuando volvemos a tener pareja?
Aquí es cuando se ve si somos o no "amigos de nuestros amigos"….Si la amistad es afecto no entiendo que cuando tenga una nueva pareja tenga que alejar a los amigos de mi vida. En todo caso puedo compartir con mi pareja momentos en los que estén presentes amigos personales de cada uno pero lo que me resulta imposible de aceptar es que, o los tenga que abandonar, o que considere a los amigos de mi pareja como amigos propios. Los amigos son de cada uno y puede que con el tiempo lleguen a establecer una amistad conmigo pero he de ser realista y recordar que una amistad no es tan fácil de conseguir.

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