SEGURIDAD EN SALUD

La segunda necesidad de supervivencia que voy a citar es la de la seguridad en salud.

Al vivir en soledad tengo que tratar de garantizar la seguridad de estar atendida en cualquier momento que lo necesite y  tener a mi alcance todo lo necesario, tanto en caso de emergencias como en posibles enfermedades. Es una necesidad que resulta un poco más difícil de conseguir al vivir sola y necesito aplicar una mayor prudencia de la habitual, organizarme mejor y, en muchas ocasiones, la ayuda de los demás.

Tener un accidente en casa puede tener consecuencias muy importantes tanto en el mismo momento en que sucede como en días sucesivos y es algo que está presente cada vez que me subo a una silla, a una escalera, utilizo el fuego o cualquier otra cosa que me pueda dañar.

Pienso que todos, hombres y mujeres, somos igual de vulnerables cuando corremos el peligro de perder la salud. A medida que avanza el tiempo me doy cuenta de que el deterioro natural del ser humano a causa de la edad incrementa las situaciones de riesgo y provoca un incremento de la inseguridad.

Es inevitable por naturaleza el llegar a edad avanzada sin haber padecido algún que otro accidente o alguna enfermedad. La prevención en ambos casos reducirá en gran medida el riesgo que conllevan. Estoy segura que en algún momento tendré que utilizar muchos de los mecanismos necesarios para paliar los efectos o consecuencias que se produzcan.

Como anteriormente he mencionado en todas estas situaciones mi familia, los verdaderos amigos y las instituciones sociales son mis mejores aliados.

Es pues imprescindible mantener un buen entorno familiar y social además de recoger toda la información posible acerca de ayudas tanto en el ámbito sanitario como en el social y también todo aquello que me pueda facilitar a superar cualquier obstáculo que se presente. Saber que no estoy sola y tener a mi alcance todos aquellos servicios que puedo necesitar, y que la sociedad presta, hará que pueda sentirme mucho más segura.