domingo, 20 de marzo de 2011

EL COMPAÑERISMO

Entre las relaciones con conocidos y las relaciones de amistad encuentro al llamado "compañero/a", que no es ni más ni menos importante que los anteriores y que ocupa un lugar por derecho propio en mi vida.
Siempre estoy rodeada de compañeros. En la escuela, en juegos, en la universidad, en mis actividades, deportes, trabajo,  política… Siempre hay personas con las que comparto una parte de mi vida y en muchas ocasiones supone el comienzo de una verdadera amistad. El afecto al compañero es siempre importante aunque sea distinto al sentimiento que puedo tener con los amigos. Así que también necesito su afecto y su apoyo.
Cuando estoy entre compañeros se establece entre nosotros un vínculo que nos permite compartir objetivos y metas comunes con respeto y confianza y cultivar valores cono la solidaridad, complicidad, igualdad.
El compañerismo es un valor que nunca tengo que despreciar. Es generosidad hacia el otro, ayuda al que lo necesita, un buen soporte en que apoyarse cuando hay dificultades. Es la mano amiga que comparte el camino y que me ayuda a conseguir el objetivo común. La rivalidad, la competitividad y la lucha por el poder no tienen cabida cuando está presente el compañerismo.
La ausencia de compañerismo alimenta el sentimiento soledad. El entorno me parece más inhóspito cuando no tengo con quien compartir.
Ser compañero es, a mi entender, el paso previo a ser amigo. Cuando el afecto entre compañeros aumenta y se van añadiendo todos aquellos valores que definen la amistad me doy cuenta de que los amigos y amigos íntimos también poseen el valor del compañerismo.
Y no puedo a olvidar referirme a la persona a la que le está destinado el mayor de mis afectos y poseedor de todos los valores que ya he citado que será, sin duda, mi pareja, mi compañero y el mejor de mis amigos con el que podré compartir mi vida...

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