Encontrar nuevos amigos, entrar en un mundo laboral después de dedicar la mayor parte de mi tiempo a la familia durante años, volver a comenzar otra nueva relación, etc. Son, de nuevo, retos que tengo por delante.
Es entonces cuando me pregunto si habrá cambiado, a lo largo del tiempo, la manera en que puedo acercarme a los demás, los lugares en donde solía encontrar a los nuevos conocidos que podían convertirse en mis amigos al pasar los años y la manera de conseguir cubrir mis necesidades de supervivencia para llegar a ser autosuficiente.
Todo ha cambiado y hay que buscar en cada rincón de la sociedad todas las respuestas. Las pautas de comportamiento social son, sin duda, distintas a cuando era joven así que ahora tendré que aprender de nuevo, olvidando la timidez, evitando el "sentido del ridículo" y poniendo nuevos límites a mis acciones. Lo que aprendí hace años y en diferentes circunstancias ya no tiene validez en la actualidad.
Teniendo en cuenta que es necesario rodearme de personas desconocidas hasta ahora para hacer nuevas amistades y también para cubrir otros tipos de necesidades, no debo evitar las nuevas oportunidades de relaciones sociales que aparecerán a lo largo del camino. Esto alimenta mi miedo al rechazo y debo buscar nuevos patrones de comportamiento que me permitan, en lo posible, no sentirme rechazada. Una mala experiencia en este sentido podría tener un efecto negativo en mi autoestima y dificultaría el logro de tan importante objetivo.
Si tengo una buena integración social conseguiré reducir, en gran medida, el sentimiento de soledad que estoy segura de que sentiría si me siento rechazada por los demás.
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